Tessy Ebosele, victoriosa en Vitoria
Publicado en la web de la RFEA
Ante la tesitura de elegir deporte, Tessy deshojó la margarita durante un tiempo y, tras su elección final, los hechos le han concedido la razón por partida triple. Se ha encaramado ya, por derecho propio en San Sebastián, a las posiciones preeminentes de su plástica especialidad y no le hace ascos a la velocidad ni a la longitud, su otro triple de disciplinas. Eso sí, tanto 3 puede llegar a abrumar y es por ello por lo que en su radar pronto aparecerá el 4, precedido de la unidad, en su lista de objetivos objetivamente marcados.
Antes de decidir dedicar sus energías y los mejores años de su vida al deporte olímpico por excelencia fueron otros deportes los que cortejaron sin éxito a Tessy, "cuando era pequeña sí que es cierto que practiqué varios deportes; supongo, que al ser pequeña y no tener claro aún qué era lo que me gustaba, mi madre decidió que hiciera varios deportes hasta que yo decidiese qué era lo que me atraía más, por eso practiqué varios deportes, entre ellos ballet, también estuve haciendo el curso de natación durante dos años seguidos, gimnasia rítmica y multiactividades los fines de semana. La verdad es que todos ellos me gustaron, porque me resultaba entretenido hacer actividades por la tarde y conocer a gente nueva, pero al final me decanté por lo que hago ahora, atletismo".
Al no colmar esas disciplinas iniciales sus gustos del todo fue su GPS, en forma de madre, el que le condujo definitivamente al que sería, ya sin remisión, su destino definitivo, en los albores del año olímpico de Río de Janeiro, "empecé en el atletismo gracias a mi madre; ése año decidí no apuntarme a nada porque las actividades que había practicado antes no me habían gustado mucho y como pasaba mucho tiempo en casa sin hacer nada, de pronto una tarde mi madre me dijo que eligiese algún deporte y como tenía bastantes ganas de probar, me apunté". Decidió pues dar el salto al atletismo y en los saltos se quedó "el triple, aparte de gustarme cuando lo probé, se me dio bien; además, junto con la de velocidad fue mi primera mínima y por lo tanto acabé haciendo triple, pero en ningún momento he dejado el resto de pruebas de lado y he seguido haciendo otras muchas pruebas, como combinadas, vallas o 200m".
Tras sendos prometedores sextos puestos en sus dos primeros campeonatos de España apenas iniciada su carrera, 2017 contempló sus primeras preseas nacionales, aunque para ello tuviese que desplazarse los 856 kilómetros que separan su feudo vitoriano de Antequera, por donde salió el sol por primera vez para ella en forma de pódium al ser segunda en el Nacional sub-16 de pista cubierta, "sentí mucha felicidad, al fin y al cabo allí empecé a tener buenos resultados habiendo entrenado durante muy poco tiempo porque de cadete tampoco entrenaba mucho. Tengo muy buen recuerdo de ese campeonato porque también me lo pasé muy bien con mis compañeros", algo a lo que otorga máxima relevancia, "creo que, sin lugar a dudas, lo bien que me lo pasé es lo mejor que me llevo de esa competición". Al aire libre confirmó su rango de medallista con un tercer puesto en Murcia, pero el invierno siguiente dedicó sus mayores esfuerzos a las combinadas, "la verdad es que ésa fue una decisión un poco rara que tomé, esa temporada de pista cubierta no estaba entrenando mucho y no estaba muy motivada; además, no estaba teniendo los resultados que me esperaba y también hay tener en cuenta, que era más pequeña y que no tomaba las mejores decisiones; echando la vista atrás, creo que tendría que haber atendido más a entrenar para así afrontarlo mejor". Tras ese venial lapsus invernal, la temporada de aire libre se saldó con su explosión como triplista en el Nacional sub-18 de Gijón cuando, con -2.4 de viento aterrizó a ¡13.23! aún con 15 bisoños años, "la verdad es que me sorprendió mucho porque en menos de un año mejoré mucho más de un metro y nadie se lo esperaba. No sé muy bien por qué mejoré tanto, gracias a mis entrenadores, Jokin Azkoaga y Jesús Zúñiga, que me supervisaba la técnica; obviamente, yo simplemente hice lo que me pedían y atendí a mis entrenamientos".
Con la seguridad inmanente a encontrarse en su segundo año de la categoría y en un momento envidiable de forma decidió afrontar el doblete triple-longitud en el verano de 2019 en Castellón, brincando por vez primera por encima de los 6m, "sí, aparte de pasármelo muy bien ese fin de semana, tuve muy buenos resultados y por fin logré superar esa barrera de los 6m". Para saltar sin sobrepeso, tuvo que quitarse del cuello la medalla de bronce que se había colgado cuatro meses antes en el campeonato de España absoluto, donde mejoró su plusmarca hasta 13.36….en Antequera, por supuesto, "me hizo muchísima ilusión poder participar en el absoluto, era la segunda vez que lo hacía; el concurso me lo tomé con tranquilidad, centrándome en mi y en lo que había ido a hacer, que era disfrutar; salió mucho mejor de lo esperado y tengo un muy buen recuerdo de esa competición". No es para menos, si le añadimos que su marca fue ¡la mejor del mundo sub-18! esa temporada en pista cubierta, solo superada por una atleta en la sesión de aire libre.
Los hitos conseguidos por Tessy van más allá de aquellos que aparecen en la estadística oficial pues antes de recibir, el pasado agosto, la ansiada nacionalidad, ya había firmado actuaciones de relumbrón, como las que protagonizó en la citada pista cubierta de 2019 cuando mejoró con esos 13.36 la marca (13.11) que la prodigiosa María Vicente ostenta como récord de España sub-18: aunque jamás vaya a aparecer en los libros de récords, nadie la puede quitar la honda satisfacción de tamaña gesta, que le valió su primera medalla absoluta con 16 años, "sí, esas cosas siempre son especiales, me hacen sentir muy satisfecha conmigo misma y me motivan".
Una de las disciplinas más lesivas del calendario atlético es precisamente su predilecto triple salto y la buena de Tessy no ha escapado a las garras de la temida lesión, lo que le alejó del tartán durante este último invierno, "estuve toda la temporada de pista cubierta con muchas molestias en el tobillo, con mucho dolor, y en el campeonato de Euskadi absoluto me hice un esguince de segundo grado, ya tenía esa zona fastidiada desde mucho antes. Aún así, teniendo en cuenta todas las molestias que tenía conseguí muchos de los objetivos que nos habíamos planteado, mejoré en 60 hasta 7.75 y volví a pasar de 6m en longitud". La mejoría en velocidad es consciente de que le reportará generosos réditos en su prueba fetiche, "la velocidad influye en el triple y, probablemente, cuanto más rápido entre a tabla, más largo será el salto, pero sobre todo hice varias carreras de 60m porque me gusta la velocidad, aunque prefiero el 100 o el 200".
En esta indefinible temporada de aire libre 2020 Tessy ha brillado con luz propia añadiendo al zurrón dos medallas, la del Nacional absoluto de Alcobendas, donde fue plata, y la de su primera cita sub-20, colgándose el oro con marca personal de 13.40, "sinceramente, no me esperaba obtener tan buenos resultados: por un lado, este verano tenía los exámenes finales y la selectividad, por lo que no tenía mucho tiempo para entrenar y además la lesión no se me había terminado de curar, tenía dolores y molestias y cada vez que saltaba me hacía mucho daño".
Desde hace un par de meses es universitaria, lo que ha conllevado, entre otros cambios, el de técnico, de Jokin Azkoaga a Asier San Sebastián, "la carrera que quería hacer. Derecho, estaba en Donosti, que me parecía un sitio muy bueno para vivir y decidí irme allí para cambiar un poco de ambiente".
De bien nacidos es ser agradecidos y Tessy es un buen ejemplo de ello al glosar las respectivas figuras de sus mentores "de Jokin destacaría sus paciencia, siempre me ha ayudado y ha estado para ayudarme y ser un apoyo; ha conseguido que el atletismo sea algo que, por un lado me motive, y que por el otro, me relaje y me haga no pensar. Jokin ha sido mi entrenador durante muchos años y siempre voy a guardar de él un muy bonito recuerdo por todo lo que ha hecho por mí, no solo como entrenador sino como persona y de Jesús Zúñiga también he aprendido mucho; ahora estoy muy emocionada de esta nueva etapa en Donosti con Asier ya que creo que tengo mucho que aprender de él. El estar aquí creo que va a ser muy bueno para conocer nuevas cosas y mejorar en todos los aspectos, ya que creo que también tiene mucho que ofrecer como entrenador y como persona".
Ha logrado laureles tanto a cielo abierto como en el entrañablemente llamado 'atletismo de bolsillo' y coherentemente no explicita preferencias sobre recintos, "la verdad es me da igual, aunque en el aire libre ya llevas más tiempo entrenando y creo que se nota en los resultados, aunque también tiene sus contras, como que el tiempo influye más y puede haber viento excesivo". Un buen ejemplo de lo que comenta aconteció en el ya mencionado Nacional sub-20 de Vallehermoso, donde además de llevar su tope hasta 13.40 realizó unos espectaculares ¡13.63! con el eolo soplando a 2.3m/s, apenas por encima de lo permitido; con ese ilusionante punto de partida sondeamos a Tessy sobre la posibilidad de alcanzar la cota de los 14m, algo que no más de siete mujeres han conseguido en la historia de nuestro atletismo, "no sé, ya se verá, tendré que entrenar mucho y, si tiene que salir, ya saldrá. Tampoco es mi principal objetivo llegar a 14m, quiero ir poco a poco, alcanzando objetivos menores, como, mejorar en otros aspectos".
Desde agosto, por fin tienen reflejo en las listas nacionales los vuelos sin motor de Tessy, aunque ella descarta que haya correlación entre recibir la nacionalidad y sus grandes actuaciones posteriores, "tuviese la nacionalidad o no mis objetivos y motivaciones eran las mismas, ya que hago atletismo por lo que me aporta, porque me divierte y relaja".
En España viven y entrenan varias de las mejores triplistas mundiales, como la venezolana plusmarquista mundial Yulimar Rojas y nuestra Ana Peleteiro, a las que le gustaría medirse, "creo que ambas son referentes del atletismo y ojalá algún día poder competir junto a ellas y, si se puede, llegar a su nivel". Ese trecho que le resta por recorrer pasa por "mejorar técnicamente y de actitud. Espero poco a poco ir puliendo esos pequeños y grandes fallos que tengo; como punto fuerte podría decir que me motivo mucho a la hora de competir y como negativo sobre todo aspectos técnicos y que a veces me enfado mucho y muy rápidamente, aunque que cada vez con menos frecuencia; el atletismo no solo es el estado físico, opino que también influye la actitud y el estado mental con el que afrontas una competición y actúas en ella, si vas a competir con una actitud negativa eso te va influir negativamente y por muy bien que estés físicamente los resultados no van a salir; cuando las cosas no van acorde a las expectativas que habíamos creado suelo frustrarme, por eso creo que necesito mejorar también en la actitud porque esos pensamientos negativos acaban convirtiéndose en un círculo vicioso que hacen que no afronte las cosas como debería."
Por ahora será en la ciudad easonense donde continúe su evolución, aunque no descarta nada de cara a un futuro; ofertas no le faltarán, como por ejemplo la que ya tuvo de afincarse en el CAR de Madrid, "la verdad es me hubiese gustado mucho ir allí, aunque era mucho cambio para el primer año y al final fue una decisión que tomé muy rápidamente. En todo caso, el venirme a San Sebastián no es una decisión definitiva, puede que en unos años cambie y el momento me haga irme allí a finalizar los estudios o cualquier otra cosa". Las primeras lecciones…."por ahora que no hemos profundizado mucho lo llevo bien, y espero seguir así. Estoy intentado llevar las cosas mucho mejor de lo que lo hacía en Bachiller. Espero que me vaya bien y en unos 'añitos' ser una jurisprudente".
De momento, nada más empezar la carrera, ya ha pronunciado su primer alegato, referido a la insólita coyuntura en la que todos nos hayamos inmersos, "está siendo muy complicado y entiendo que es una situación muy dura, es muy importante llevar a cabo las medidas de precaución para prevenir y evitar dañar a la gente de nuestro alrededor. Creo que lo que queda es afrontarlo y algún día saldremos de esta. No hay mal que cien años dure". Ni récord de España de cualquier categoría que permanezca incólume a su ilusionante progresión